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Ole Pegasus trabajó en gran forma alistándose para el Clásico Flor de Loto
Flor de Loto resultó ser una pinga excepcional de origen peruano que vino a Buenos Aires a disputar el Unzué, justamenente el año que el Gran Santorín, logró el Carlos Pellegrini. Quedó por estos pagos y corrió el 6 de enero en Maroñas el Clásico de 1000 metros Grupo 1, que ganó el argentino defensor de las sedas del stud uruguayo La Florida, Rancho el Medio que en bravo final venció cerca a la pinga peruana, que a su vez aventajó a PITANGI, una de El Ranchero, solamente ganadora de una en ese entonces al cuidado de Raúl Prieto y conducida por Elio Gómez. En cuarto término llegó InocentónII, con la monta de Alejandro H.Pérez y al cuidado de Héctor Marinho.. Un final de aquellos, una última carrera y cuatro elementos que llegaron "pegados com tapa de alfajor". Como hecho anecdótico resta decir que avalada por esa actuación los dirigentes de la excepcional PITANGI, una yegua diminuta, pero de una calidad excelsa, que no necesitaba nada para "ponerse a punto", a juicio de su entrenador, fué traída a Buenos Aires y confiada a los servicios profesionales de Jorge M. Ferro. Con ella fueron las esperanzas de la familia Castro de realizar una campaña de primera en este medio. Al cabo de un buen período de tiempo participó de la de ganadoras de una en Palermo. Se le confió a las riendas del desaparecido Osvaldo "Tito" Tévez, en plena racha de éxitos. Si mi memoria no me falla, le tocó el uno de gateras en dicha prueba, en un lote numeroso. Sus ensayos eran sobresalientes. Se hablaba de una pasada en la recta de 57" y modeditas y recuerdo con total claridad, que la partida final, fué de 33"1/5 para las seis cuadras. Enterado de ese training Raúl Prieto (su ex entrenador) el viernes al mediodía, comunicación telefónica mediante y en mi presencia, con un allegado a sus propietarios fué terminante. "Hermano la mataron a mi petiza, lo peor que le podían haber hecho era precisamente eso". "Hágame caso no le juegue ni un peso, no puede ganar". El resultado le dió la razón. Ultima sin apreciación. Recuerdo ver las mejillas de Raúl humedecidas por las lágrimas que produjeron esa noticia. Al tiempo volvió a correr y tampoco logró mejorar su producción. Al poco tiempo en una tarde stulera, mate de por medio, un camión de transportes baja lo que quedaba de la petiza. Rápido se levantó de su silla como movido por un resorte, y conmocionado y a su vez irritado, le pidió por favor al camionero que la llevase a la cabaña, sin siquiera hablar con sus dueños. El mandato como era lógico no fué aceptado por el responsable del traslado. Entonces con su clásico carácter, llamó telefónicamente al propietario diciéndole, hermano por favor mándela al campo. Es el lugar más indicado para esperar lo que le queda. No la quiero ver morir en mi stud.
La yegua Ole Pegasus (Fusaichi Pegasus), una de las mejores velocistas de la actualidad en el Hipódromo de Monterrico, trabajó brillantemente en su camino a lo que será su actuación en el Clásico Flor de Loto (1.000 m), una de las carreras previas al tradicional Clásico América (G1), que se disputará a fines del mes de junio.
Montada por Jimmy Quispe, la defensora del Stud Fair Light pasó los 1.100 metros en 1'8"rematando , luciendo su mejor estado de competición. Es probable que la linajuda yegua enfrente en esa competencia a Galia Cisalpina (Six Zero) y Capitana Mía (Doneraile Court), las otras dos destacadas exponentes de la velocidad.
De otro lado, Catalán (Apprentice) pasó con Jesús Sifuentes 600 en 35"2/5 , saliendo del partidor eléctrico; Mentol con Rafael Fernández 1.800 en 2'1"3/5 y Eurolight con Jorge Arias 1.800 en 2'0"3/5 rematando con buen final.
Flor de Loto resultó ser una pinga excepcional de origen peruano que vino a Buenos Aires a disputar el Unzué, justamenente el año que el Gran Santorín, logró el Carlos Pellegrini. Quedó por estos pagos y corrió el 6 de enero en Maroñas el Clásico de 1000 metros Grupo 1, que ganó el argentino defensor de las sedas del stud uruguayo La Florida, Rancho el Medio que en bravo final venció cerca a la pinga peruana, que a su vez aventajó a PITANGI, una de El Ranchero, solamente ganadora de una en ese entonces al cuidado de Raúl Prieto y conducida por Elio Gómez. En cuarto término llegó InocentónII, con la monta de Alejandro H.Pérez y al cuidado de Héctor Marinho.. Un final de aquellos, una última carrera y cuatro elementos que llegaron "pegados com tapa de alfajor". Como hecho anecdótico resta decir que avalada por esa actuación los dirigentes de la excepcional PITANGI, una yegua diminuta, pero de una calidad excelsa, que no necesitaba nada para "ponerse a punto", a juicio de su entrenador, fué traída a Buenos Aires y confiada a los servicios profesionales de Jorge M. Ferro. Con ella fueron las esperanzas de la familia Castro de realizar una campaña de primera en este medio. Al cabo de un buen período de tiempo participó de la de ganadoras de una en Palermo. Se le confió a las riendas del desaparecido Osvaldo "Tito" Tévez, en plena racha de éxitos. Si mi memoria no me falla, le tocó el uno de gateras en dicha prueba, en un lote numeroso. Sus ensayos eran sobresalientes. Se hablaba de una pasada en la recta de 57" y modeditas y recuerdo con total claridad, que la partida final, fué de 33"1/5 para las seis cuadras. Enterado de ese training Raúl Prieto (su ex entrenador) el viernes al mediodía, comunicación telefónica mediante y en mi presencia, con un allegado a sus propietarios fué terminante. "Hermano la mataron a mi petiza, lo peor que le podían haber hecho era precisamente eso". "Hágame caso no le juegue ni un peso, no puede ganar". El resultado le dió la razón. Ultima sin apreciación. Recuerdo ver las mejillas de Raúl humedecidas por las lágrimas que produjeron esa noticia. Al tiempo volvió a correr y tampoco logró mejorar su producción. Al poco tiempo en una tarde stulera, mate de por medio, un camión de transportes baja lo que quedaba de la petiza. Rápido se levantó de su silla como movido por un resorte, y conmocionado y a su vez irritado, le pidió por favor al camionero que la llevase a la cabaña, sin siquiera hablar con sus dueños. El mandato como era lógico no fué aceptado por el responsable del traslado. Entonces con su clásico carácter, llamó telefónicamente al propietario diciéndole, hermano por favor mándela al campo. Es el lugar más indicado para esperar lo que le queda. No la quiero ver morir en mi stud.
La yegua Ole Pegasus (Fusaichi Pegasus), una de las mejores velocistas de la actualidad en el Hipódromo de Monterrico, trabajó brillantemente en su camino a lo que será su actuación en el Clásico Flor de Loto (1.000 m), una de las carreras previas al tradicional Clásico América (G1), que se disputará a fines del mes de junio.
Montada por Jimmy Quispe, la defensora del Stud Fair Light pasó los 1.100 metros en 1'8"rematando , luciendo su mejor estado de competición. Es probable que la linajuda yegua enfrente en esa competencia a Galia Cisalpina (Six Zero) y Capitana Mía (Doneraile Court), las otras dos destacadas exponentes de la velocidad.
De otro lado, Catalán (Apprentice) pasó con Jesús Sifuentes 600 en 35"2/5 , saliendo del partidor eléctrico; Mentol con Rafael Fernández 1.800 en 2'1"3/5 y Eurolight con Jorge Arias 1.800 en 2'0"3/5 rematando con buen final.
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