Jose Pedro Ramirez 2010

Jose Pedro Ramirez 2010
Sing a Song

Turf una pasión de vida.

El vivir el turf es uno de los más preciados valores que tiene nuestro fugaz paso por la vida. Vivirlo plenamente, habiendolo mamado desde el inicio mismo de nuestra vida, es sin ninguna duda, una de las cosas más pasionales por las cuales atravesamos aquellos que tuvimos la enorme suerte de encontrar y transitar esa oportunidad. El turf en todos sus aspectos, en toda su inmensidad de situaciones por las que nos lleva a transcurrir nuestra vida. Es algo que se hace imposible abandonarlo. Es un modo de vida, que nos hace sentirnos libres, en contacto con la naturaleza, desde la crianza del animal, hasta el momento de la competencia. Siempre libre. Siempre experimentado sensaciones renovadas, pero a su vez distintas. Siempre intentando ser comprensibles con actitudes con resultados, con procedimientos, no importa cual fuere el resultado de los mismos. Claro está que si el éxito nos acompaña en los mismos, será todo más placentero. Pero el éxito, por lo general, como en todos los avatares de la vida misma, es efímero, pero con que intensidad se vive en esta actividad. Es un constante devaneo entre el éxito y el fracaso, pero siempre, siempre incondicionalmente estará presente, la competición, la competencia, que en esta actividad representa y signifca presencia, orgullo sano de competir e ilusiones renovadas de triunfo. Con el paso de los años el aficionado, no me suena bien al oído, la palabra burrero, sigue viviendo en plenitud, por lo menos en continuar desde uu ángulo u otro esta actividad que resulta mística.







viernes, 23 de abril de 2010

UN JOCKEY DE ANTOLOGIA


IMPRESIONES DESPUES DE APRETAR EL CRONOMETRO Diario El Día (1980)

Sin abandonar para nada-todo lo contrario- el tema de la nota anterior referente al desarrollo de una prueba, queremos referirnos hoy, a un jockey, que precisamente se caracterizó por su habilidad para sacar el mejor partido posible, de un planteo pistero.

No es nuestra intención establecer comparaciones entre profesionales. No pretendemos dictaminar la calidad de mejor jockey; pero si destacar condiciones de un piloto que en el desarrollo de la prueba, mostraba una inteligencia extraordinaria.
Alto, demasiado alto, para el ejercicio de esa profesión, con un físico más de basketbolística que de un jockey, esto lo obligaba a un constante cuidado de su peso. Con esa elegancia indiscutida, casi diríamos señorial, lucía una postura clásica en todo momento, tanto cuando realizaba el paseo preliminar como en plena carrera.
Cerebral, calculador, siempre encontraba el "huequito" que buscaba. Si tomaba la delantera, conservador al máximo de las energías de su piloteado. Era un jinete capaz de hacer rendir en su totalidad las fuerzas del animal que montaba. No era enérgico, pero suplía ese déficit con la transmisión de su "inteligencia" a su montado. El despiadado y hasta a veces inhumano régimen de comidas a que se sometía, lo llevaba a cenar el domingo, almorzar, ya frugalmente, el lunes y de ahí en más trote y baños turcos, juntos con ayuno para llegar al sábado, en condiciones de actuar. Un sacrificio enorme para poder cumplir con su trabajo. Eso no sólo requiere dedicación, fortaleza mental que no lo lleve a caer en el "pecado" del bife, la milanesa o el guiso tan común en los fríos días de esos inviernos crudos.
No era de nacionalidad argentina, pero ,los máximos circos hípicos del país lo vieron lucir su esbelta figura. Quizás en Uruguay -su país natal- tuvo su mejor momento. Maroñas en la década del 50 contaba con un núcleo de jockeys de primerísima fila: fluyen a mi memoria los nombres de Aurelio César García, Tolentino Espino, Numan Lalinde, quizás en sus últimos años algo disminuido, pero conservando su estilo que lo destacó como un grande, Oscar Domímguez, Isaúl Rey, Manuel De Santis, trágicamente desaparecido en Palermo, cuando estaba realizando una campaña excepcional allá por el 70, Gregorio Riboira, Heber Castro y muchos más agregándose a esos" monstruos", nada menos que un juvenil Vilmar Sanguinetti y por si faltaba algo Julio Fajardo en su esplendor. El año 1953, para ser más preciso, en el segundo semestre llega de Pando un aprendiz muy ganador, que a fines de año ya pasará a la categoría de jockey corriendo de 55 y logra el paso a esa categoría sin poder hacer uso de su descargo. Ya había conseguido la idolatría. Sus fans hasta lo consideraban con condiciones para pelearle el liderazgo al mismísimo Leguisamo. Un exceso de euforia, pero el público hípico de Montevideo, muy de "paladar negro" iba a Maroñas a ver correr al Aguilucho, como lo apodara Don Julio Folle Larreta (Doncaster) desde las páginas de su diario El Plata. El Flaco para otros y para los más osados "Rififí" aquella película excepcional que tenía como protagonista principal a Edwar Robinson, eran los motes con que se distinguían las condiciones de un mito turfístico real y verdadero.
Han pasado ya muchos años de esos momentos de gloria y esplendor, pero seguro estoy que si hoy, se anuncia en Maroñas su presencia, la expectativa sería la misma. Las tribunas colmadas aplaudirían a "rabiar" a un ídolo que ganó con creces tal idolatría.

En dos oportunidades cruzó el charco para quedar radicado en este medio. No tuvo en ambas ocasiones la oportunidad del éxito al alcance de su mano. Distintos motivos influyeron para que ello no ocurriese. Pero de todas formas se ganó el reconocimiento de una afición, que a pesar de no considerarlo el fenómeno oriental, pudo llegar a disfrutar de su estilo, su elegancia y su inteligencia, casi como queriendo convertir la pista en un tablero de ajedrez. Además logró el respeto de sus colegas que lo admiraron por todo ello. Para culminar con el collar de virtudes, intento destacar su inteligencia -valga la redundancia- aunada a su innata picardía que ponía el marco a sus faenas que como buen uruguayo añoramos mucho.
Para cerrar este humilde recuerdo, un deseo o mejor dicho un pedido, cuando llegue la hora del final correrme una fija con la monta de Ever Washington Perdomo.


Estoy seguro que la última la acierto..........

Omar Puentes Zignago

1 comentario:

  1. TENGO 74 Y LO HE VISTO MONTAR HACE CASI 62 PIRULOS EN LA POPULAR.HOY VIVO LOS DOMINGOS CON MI PAPA EN MARONIAS.SALUD A MI GENTE.EFRA.

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