Jose Pedro Ramirez 2010

Jose Pedro Ramirez 2010
Sing a Song

Turf una pasión de vida.

El vivir el turf es uno de los más preciados valores que tiene nuestro fugaz paso por la vida. Vivirlo plenamente, habiendolo mamado desde el inicio mismo de nuestra vida, es sin ninguna duda, una de las cosas más pasionales por las cuales atravesamos aquellos que tuvimos la enorme suerte de encontrar y transitar esa oportunidad. El turf en todos sus aspectos, en toda su inmensidad de situaciones por las que nos lleva a transcurrir nuestra vida. Es algo que se hace imposible abandonarlo. Es un modo de vida, que nos hace sentirnos libres, en contacto con la naturaleza, desde la crianza del animal, hasta el momento de la competencia. Siempre libre. Siempre experimentado sensaciones renovadas, pero a su vez distintas. Siempre intentando ser comprensibles con actitudes con resultados, con procedimientos, no importa cual fuere el resultado de los mismos. Claro está que si el éxito nos acompaña en los mismos, será todo más placentero. Pero el éxito, por lo general, como en todos los avatares de la vida misma, es efímero, pero con que intensidad se vive en esta actividad. Es un constante devaneo entre el éxito y el fracaso, pero siempre, siempre incondicionalmente estará presente, la competición, la competencia, que en esta actividad representa y signifca presencia, orgullo sano de competir e ilusiones renovadas de triunfo. Con el paso de los años el aficionado, no me suena bien al oído, la palabra burrero, sigue viviendo en plenitud, por lo menos en continuar desde uu ángulo u otro esta actividad que resulta mística.







sábado, 2 de enero de 2010

VUELVO VENCIDO A LA CASITA DE MIS VIEJOS

, Omar Puentes Zignago <galvalissi@hotmail.com> escribió:
24 de noviembre de 2008. Llegamos a los 70. Son nada más que diez más que 60 y diez menos que 80. Una carrera larga, varias vueltas al óvalo imaginario que sorprende al legendario Atilio François pedaleando como en el 48, al "Flaco Adesio Lombardo encestando en Londres, al mítico e inspirado Walter Gómez pegándole una piña nada menos que a un juez llamado Armando Bochetti, el día del clásico en el Estadio Centenario, que marcó una larga historia nefasta para los albos, los tricolores, los decanos, como vos quieras llamarlos. Un 48 que dejó el saldo triste de la muerte de Héctor Suppicci Sedes, en la ruta con su coche Nº 2 con Calacce de acompañante, en la vuelta automovilística cuando Fangio corría en Carretera. Saliendo de una zona de aprovisionamiento un coche, el Nº 66 de Antonio Zarantonello se lo llevó puesto y el adiós para siempre a un grande del volante oriental. Un 48 con huelga de jugadores profesionales de fútbol en ambas márgenes del Plata. El éxodo de jugadores al futbol "pirata" que en ese momento representaba Colombia. Don Tomás Berreta dejaba el sillón presidencial a Luis Batlle Berres. Obligado, el de arriba lo mandó a buscar. El General se afianzaba en Argentina. Coletazos de la segunda guerra mundial. Diez años a pleno, Surgía William en mi Rampla querido, se fundaba Verdirrojo mi otra pasión en basketball. Uranio al cuidado de Alberto Milia, y con el Tero" Isaúl Rey" en su montura , era el crack de la generación. General Rivera sus sedas, "Cacho" Silva su afortunado propietario. Académico ganaba el Ramírez, otra vez más los "porteños" se llevaban el Ramírez en el Ciudad de Montevideo o el de Buenos Aires. Pero con la travesía se iba la plata y la gloria. Aparecía Dogomar Martínez, un verdadero señor que a las "piñas" nos dejaba bien parado, sus duelos con Pilar Bastidas todo un tema. Pocholo" Burgues "se insinuaba como un técnico excepcional en el difícil arte de esgrimir los puños. Los relatos de Julio César Fernández en boxeo. Todo un clásico. La Vuelta Ciclista nos deleitaba la semana de turismo, acá semana santa, con sus etapas mañaneras tan interminables como gratas. Las voces de "El Gallego" Regueiro, de Francisco Corney, los comerciales de Ariano, de Lallanne, los embalajes relatados por el "Gallego" nos hacían vivir cada una de esa emociones. François era el dominador. El León de Carmelo. El Policial era el organizador. Los nombres del "Pocho" de Los Santos, Alfredo Gorga, el "Memo" Corbella y la figura de Simón Benero infaltable a esa citas memorables defendiendo las sedas del Santa Bernardina de Durazno y pedaleando siempre solitario en una lucha más contra el camión de los rezagados, que contra los punteros, nos retrotraen el recuerdo de horas espléndidas. Los duelos en el Velódromo en velocidad entre El Pocho de Los Santos y Clodomiro Cortoni, extraordinario velocista de le época, argentino El Flaco y larguirucho de nombre muy particular, en sudamericanos que eran de lujo. Leonel Roca, Carlos Tramútolo,Juancito De Armas, etc .nombres que quedaron en la memoria, en el disco rígido de mi PC imaginaria Sporting, con Carlitos Rosselló y "El Guanaco" Costa, los Peinado, Goes con la inconmensurable figura de Enrique Vitureira, "El Cacho" García Otero, El “Bubu” Santana Montevideo, con el "Fogata Demarco" y Abraham Eidlin. Olimpia con nada más ni nada menos que Roberto Lovera, su hermano Homero, "El Bebe" Ruiz, Burgueño, Coitinho Da Silva Stockolmo con Adesio "El Flaco Lombardo", los Tornaría, "El Poliya" Tapié, Roberto Oyhantzabal. Abelardo Rojo, el que usaba “redecilla” que vino de Goes, El “Cholín” Buschiazzo, la “dinastía Mera”, con Hugo, Ramón y Ebers, “El Rasca” Ciavattone, que se las tiraba todas, pero embocaba la mayoría, Atenas con Miguelito Diab, los Larre Borges "El Huevo" Bernardo y Tabaré. Trouville con Néstor Antón, Mendiondo, Magariños, Macoco Acosta y Lara. Aguada con Cieslinzkas, Slazinkas, Riet, Petit, "El Pata" Gully, El “Mocho” Badano. Los duelos interminables en el barrio entre Verdirrojo y Barcelona. 4ta de ascenso, 3a de ascenso, a veces se agregaba, aunque muy fugazmente, Barrio Obrero. La victoria muy festejada sobre el Phillips 66, un equipo americano que vino a Montevideo y en la parte baja de la Platea de la Tribuna Olímpica se montó un escenario con cancha de basketball. Tuve la suerte de ser espectador de ese triunfo. Entre mis recuerdos, la figura inconmensurable de un gigante americano, de nombre Bob Kurland. Medía 2.14 Ese día al mando de Roberto Lovera con la extraordinaria labor del Flaco Lombardo como pivot, y Néstor Antón como un rebotero excepcional, logramos un triunfo que nos auto eliminó al Mundial que en el 50 organizó Argentina. Al General no le convenía que viniéramos De no haber sido así, ese año pegábamos doblete y los Furlong, Contarbio, Uder, Pérez Varela y alguno otro más que se me escapa en la memoria, no hubiesen sido campeones del mundo. Mario Fayos, Mario López Testa, Hércules Azcune y Estrella Puente nos representaban en Londres en lo que a atletismo se trataba. Fay Crocker le pegaba con un palo a la pelotita chica jugando al golf. Volviendo al turf Don Pepe Di Giuli, le mostraba al medio que de propietario saltaba a cuidador y le disputaba palmo a palmo, con un estilo por cierto muy diferente, al mismísimo "Cachorro" de Besares, el liderazgo de la cuida en Uruguay. Las Piedras con la conducción de Don Andrés Vázquez, la dirección turfística del famoso "CAID DE LA ALDEA" una gloria poco reconocida del turf oriental, brillaba en el firmamento del turf nacional. Rogelio Tomás Rodríguez, “El Lito”, su hermano Omar, "El Vasco" Echenique, Angel Delorrio, los hnos Robert, Alberto Campaña, Luis Segredo, Carmelo “El Macaco” Torres, Juan Gualberto Percovich, Oriol H. Pastorino, Julio C. Guichón (padre), Félix Lancaster en su doble condición, cuidando y corriendo los caballos de su suegro “Tito” López, Anastasio Perdomo, entre otros eran los cuidadores de mayor éxito. Entre los jockeys Vitabar, "El Negro" Casanova, Alcides Otheguy (un exquisito) Los hnos Falcón con Amancio Delfín a la cabeza, "Titingo" Martínez , Anarolino Sosa, Damián García, Romuro Ferrer el "Pocho" García, Juancito Velázquez, Freddy Trías, “El Tito” Melgarejo, “El Chiche” Juancito Ornella y paro, porque si no la lista se hace demasiado larga. Aparecía un checo llamado Emir Zatopek que los acalambraba en la famosa marathon olímpica. En Buenos Aires el box colmaba el LUNA PARK en sus veladas semanales. El interminable, hasta el día de hoy, duelo Prada-Gatica, Gatica-Prada, dividía al país en dos sectores bien marcados. Los de arriba contra los de abajo. En el Luna con posiciones invertidas, los de arriba con el “Mono” y los de abajo con Alfredo. Un paraguayo goleador innato como Arsenio Erico deleitaba a los diablos rojos de Independiente. Mientras que la famosa máquina de River Plate, hacía los deleites de los ya famosos “millonarios” de Núñez. Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau son nombres infaltables en la gente de los dirigidos por Renato Cesarini. Enfrente en su Boca querido los enfrentaba el Pibe de Oro, Ernesto Lazzatti, que años después jugara en Danubio en nuestro país. Quizás Soriano o Lettieri, Vaghi y Ferreyra, Iácono, Rodolfi y Ramos, eran los de atrás de esa famosa máquina que deleitaba con la de “tiento”.

Los de Boca con Vacca, Marante y Valussi o De Zorzi, Sosa, Lazzati y Pescia, Boyé, Corcuera, Sarlanga, Bermudez y Pin Paz, Pini y Arrascaeta, General Viana, El Pato Galvalissi y Schubert Gambetta, Luis Ernesto Castro, Anibal Ciocca, Atilio García, Roberto Porta y Bibiano Zapirain, empezaban a conseguir, a plasmar el primer quinquenio en el fútbol oriental.

Enfrente los”mirasoles” o los “carboneros”, con Máspoli, Prado y Possamai, Colturi, Obdulio Jacinto Varela y Luis Prais o José Etchegoyen, Ortiz, Gelpi, Nicolás Falero, Lorenzo Pino y Ernesto Vidal. Ese es un pequeño resumen de mis primeros diez años. Los diez, que marcan para el resto. La década que nos muestra y nos presenta a la vida. A esta vida que a medida que vaya transcurriendo, cada diez años, la iré desmenuzando. La próxima será cuando llegue a los ochenta, Esa abarcará del 48 al 58. Y así sucesivamente. Voy a apagar las velitas. No sé si tendré fuerzas para apagar todas. Alguno me va a ayudar. Abrazo de gol de un viejo nostálgico, a partir de hoy, setentón.

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