Jose Pedro Ramirez 2010

Jose Pedro Ramirez 2010
Sing a Song

Turf una pasión de vida.

El vivir el turf es uno de los más preciados valores que tiene nuestro fugaz paso por la vida. Vivirlo plenamente, habiendolo mamado desde el inicio mismo de nuestra vida, es sin ninguna duda, una de las cosas más pasionales por las cuales atravesamos aquellos que tuvimos la enorme suerte de encontrar y transitar esa oportunidad. El turf en todos sus aspectos, en toda su inmensidad de situaciones por las que nos lleva a transcurrir nuestra vida. Es algo que se hace imposible abandonarlo. Es un modo de vida, que nos hace sentirnos libres, en contacto con la naturaleza, desde la crianza del animal, hasta el momento de la competencia. Siempre libre. Siempre experimentado sensaciones renovadas, pero a su vez distintas. Siempre intentando ser comprensibles con actitudes con resultados, con procedimientos, no importa cual fuere el resultado de los mismos. Claro está que si el éxito nos acompaña en los mismos, será todo más placentero. Pero el éxito, por lo general, como en todos los avatares de la vida misma, es efímero, pero con que intensidad se vive en esta actividad. Es un constante devaneo entre el éxito y el fracaso, pero siempre, siempre incondicionalmente estará presente, la competición, la competencia, que en esta actividad representa y signifca presencia, orgullo sano de competir e ilusiones renovadas de triunfo. Con el paso de los años el aficionado, no me suena bien al oído, la palabra burrero, sigue viviendo en plenitud, por lo menos en continuar desde uu ángulo u otro esta actividad que resulta mística.







martes, 9 de febrero de 2010

INDIAN POWER GANO EN RIO CUARTO


Impuso su nombre
Indian Power se reencontró con una buena victoria
Abrió sus puer­tas an­tea­yer el hi­pó­dro­mo lo­cal sin mu­chas no­ve­da­des pa­ra re­sal­tar, sal­vo la con­ti­nui­dad de una ac­ti­vi­dad prác­ti­ca­men­te más in­dus­trial que de­por­ti­va que no se de­tie­ne en nin­gún mo­men­to del año.Ene­ro sir­vió pa­ra un ré­lax, al me­nos en Río Cuar­to, or­ga­ni­zán­do­se un clá­si­co en la mi­lla pa­ra cu­brir el es­pa­cio je­rár­qui­co de es­ta reu­nión que vol­vió a te­ner una ex­ten­sa car­ti­lla de com­pe­ten­cias, con ma­yo­ría de prue­bas en la rec­ta y de dis­tin­tas ca­te­go­rías, co­mo pa­ra que na­die se que­da­ra con ga­nas.La de­ser­ción de Huil­dad (acu­só mu­co­si­dad en las úl­ti­mas ho­ras) le res­tó un ani­ma­dor im­por­tan­te al co­te­jo prin­ci­pal, su­ma­do a Toe Dan­ce (le­sión en una cuer­da), otro que tam­bién te­nía su chan­ce, en una ca­rre­ra don­de es­ta­ban los que te­nían que es­tar pa­ra una prue­ba de es­tas ca­rac­te­rís­ti­cas y don­de a nin­gu­no le que­da­ba gran­de el com­pro­mi­so.En con­se­cuen­cia, fue­ron cua­tro los que se arri­ma­ron a las ga­te­ras ubi­ca­das en el pri­mer co­do y al abrir­se las jau­las fue Mi­lle­ro, el pu­pi­lo de Vil­ches, el que to­mó el co­man­do y le im­pri­mió bue­nos par­cia­les al de­sa­rro­llo.A cua­tro ó cin­co cuer­pos, In­dian Po­wer y Mr. Mi­not co­rrían se­pa­ra­dos por muy po­ca di­fe­ren­cia y de­ja­ban úl­ti­mo al vi­lla­ma­rien­se Sun­ray Spring.Al hi­jo de Mis­sio­nary se le ter­mi­nó el com­bus­ti­ble ape­nas aso­ma­ron al de­re­cho y en­tra­ron a ta­llar In­dian Po­wer y Mr. Mi­not, siem­pre con al­gu­na ven­ta­ja pa­ra el pen­sio­nis­ta de Ser­gio “Ga­rra­fa” Ca­rez­za­na.Pa­re­ció allí que Gus­ta­vo Nor­ber­to Quin­te­ros, su joc­key, le dio un re­sue­llo al ala­zán y fue cuan­do se arri­mó pe­li­gro­sa­men­te Mr. Mi­not, al que su her­ma­no me­nor -Fa­cun­do Quin­te­ros- ri­go­rea­ba mos­trán­do­le la can­cha.Ahí ya no con­ta­ba Mi­lle­ro, ni tam­po­co Sun­ray Spring, que se con­for­ma­ban con ver­la de le­jos.Fren­te a la tri­bu­na prin­ci­pal, el “Chun­go” se mo­vió con fuer­za arri­ba de la mon­tu­ra de In­dian Po­wer y con re­mos y lá­ti­go lo hi­zo reac­cio­nar pa­ra man­te­ner luz a su fa­vor al cru­zar el dis­co.De 4 años, el hi­jo de Mu­takk­dim, em­pleó el muy buen re­gis­tro de 1' 37” 3/5 pa­ra los 1600 y de­sa­tó el fes­te­jo de sus pro­pie­ta­rios que es­ta­ban an­sio­sos por ver­lo arri­ba en las cha­pas. No hay que ol­vi­dar que pa­ga­ron bien por el ex pu­pi­lo de Pe­lle­ga­ta, que de po­tri­llo es­tu­vo pe­lean­do con los me­jo­res de su ge­ne­ra­ción.Free Do­ria­na, im­pla­ca­bleLos adep­tos a las ca­rre­ras cor­tas vie­ron en ac­ción a tres bue­nos ex­po­nen­tes de la es­pe­cia­li­dad cuan­do, en la dé­ci­ma­quin­ta, sa­lie­ron a la pis­ta los tres com­pe­ti­do­res ins­crip­tos.En 380 me­tros, una nue­va vic­to­ria de la ve­loz Free Do­ria­na, una cor­do­be­sa que lle­va ga­na­das tres ó cua­tro en el hi­pó­dro­mo Río Cuar­to, la de an­tea­yer la me­jor de to­das.Su­pe­ró a Sa­pio­lo Bum por la ca­be­za, aun­que el de Ber­tai­na acor­tó mu­chí­si­mo en los úl­ti­mos me­tros mer­ced al ri­gor que le im­po­nía el ve­na­den­se Da­niel Nú­ñez. La ye­gua lle­va­ba bue­na ven­ta­ja y su joc­key no la exi­gía, pe­ro cuan­do vió el pe­li­gro le aga­rró el apu­ro y ahí no­más lo sal­vó el es­pe­jo; ter­ce­ro en­tro el vi­lla­do­lo­ren­se Brio­ko, con Gla­des, buen li­ge­ro aun­que pa­re­ció que la ca­te­go­ría le que­dó al­go gran­de.Mar­ca­dor.- En la dé­ci­ma­cuar­ta prue­ba, don­de ga­nó Irre­sis­ti­ble Pri­ze (Nº7-Gla­des), los de­más pues­tos del mar­ca­dor fue­ron: 2) Storm Pel­tre (10) - 3) Bich Ran­ger (2) - 4) Buen Edi­tor (3) y 5) Que Sa­tra­pa (8).Da­ni­saby

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